Recorriendo el ambiguo
del saber o quedarme
entre tus pies.
Seguidilla de ratones,
esbozando en este mes,
de mis ojos en los tuyos,
de tu pelo en el soez.
Latido colorado,
cada vez más brillante,
descascarando el albor,
desquitándome el sabor,
me vas a hacer estallar,
del placer y de dolor.
Hundido, pataleando,
en tus ojos, en pleno monte.
Se me enriedan las sábanas,
y la cama parece un Zamba,
que simulaste compañía,
por un segundo,
y te tengo distante y fría,
acalorada y rotundo.
No existe mayor vil,
que tus brazos de flash sentir,
y quedarme atontado
por la realidad quedé golpeado.
No me queda más,
que flotar, levitar
e irte a buscar.
El mundo es mío.
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Pequeño espacio de (in)expresión personal.
Pequeño relato de la muerte del hombre por el hombre (Carcelero encarcelado)
Publicado por
Hernan
on jueves, 14 de mayo de 2009
/
Comments: (0)
Marcamos el objetivo:
el centro de tus ojos.
Fuego!
De la córnea al hipotálamo,
rapazmente,
filoso,
quemando.
Las aristas del cristal,
de tu autoestima,
desperdigadas por el piso.
Objetivo neutralizado.
el centro de tus ojos.
Fuego!
De la córnea al hipotálamo,
rapazmente,
filoso,
quemando.
Las aristas del cristal,
de tu autoestima,
desperdigadas por el piso.
Objetivo neutralizado.