Me volví para atrás,
solo para verte, congelado.
A veces estas cosas pasan.
El hermanito tarareaba,
mientras rompía la garúa contra mi piel.
A veces estas cosas pasan.
Y como una luz del arcoiris,
te volviste carne y plumas,
plata y ceniza.
Quemaste los recuerdos,
y cociste lo que había quedado crudo.
Solo con tu voz.
A veces estas cosas pasan.
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Pequeño espacio de (in)expresión personal.
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